Recientemente he trasladado a mi pareja, mis dos hijos, mi gato y mi perro de la casa eduardiana de cinco dormitorios en Barnsley, South Yorkshire, donde vivimos durante 13 años, a nuestro nuevo hogar, que hemos pasado un año renovando.
Está a sólo unos kilómetros, pero ha sido un viaje largo y duro, con muchos cajones, cajas y bolsas. He aprendido mucho por el camino y estos consejos de Mudanzas Madrid EL Cid te ayudarán a que el día de tu propia mudanza sea lo más llevadero posible; eso sí, no olvides las pastillas para el dolor de cabeza.
1. ORDENAR PRIMERO
Me dije a mí misma que había ordenado cuando dejé las habitaciones bonitas para que el agente inmobiliario hiciera las fotos de venta. ¿A quién quería engañar? Resulta que simplemente lo había tirado todo al armario más cercano. Cuando por fin firmamos el contrato con el comprador, supe que no podía aplazar más el vaciado de los armarios. Me llevó días. Fue agotador. Aburrido. Y me llevó mucho tiempo. Así que desordena una vez -antes de poner tu casa en venta- y hazlo a conciencia. Además, ahorrarás dinero en cajas y material de embalaje porque ya te habrás deshecho de la mitad de tus pertenencias.
2. GUARDA BIEN TUS OBJETOS VALIOSOS
No sea nunca arrogante con las joyas y los recuerdos especiales. Sácalos de casa como prioridad y ponlos a buen recaudo o al cuidado temporal de alguien de confianza. En algún lugar entre mis cajas y bolsas aún sin desembalar yacen mi alianza de boda, mi anillo de compromiso y mi anillo de la eternidad. Sí. Los he perdido durante el transporte. Los vi en la casa anterior, pero aún no han aparecido en la nueva. No se preocupe. Cuando has trasladado tantas cosas como yo en el último año, te vuelves fatalista. Hay esperanza. La otra noche encontré los pendientes de oro de mi difunta tía (también desaparecidos) en el taburete del dormitorio.
3. DESMONTA CON ANTELACIÓN
Desmontar una cama, una cuna y esa cómoda heredada que tiene que bajar tres tramos de escaleras lleva más tiempo del que imaginas. Te recomiendo encarecidamente que empieces a desmontar los muebles con la mayor antelación posible. Un buen consejo es ir trasladando poco a poco a la familia a una habitación de la planta baja durante la semana anterior a la mudanza. No importa si tenéis que dormir todos en el suelo. Al menos les caerás bien a los de la mudanza.
4. ¿DEBERÍA HACERLO USTED MISMO?
Hablando de mudanzas, no es ninguna locura hacerlo uno mismo, pero requiere mucho valor, organización y un buen número de hombres fuertes. Cuando me mudé de Londres a Barnsley hace 13 años con mi hijo pequeño, pedí a los expertos, Pickfords, que lo hicieran todo; los dos alegres muchachos incluso empaquetaron la tetera con la bolsita y el agua caliente intactas. Esta vez lo hemos hecho nosotros. Pero, como sé muy bien, conducir una furgoneta de alquiler con techo alto y elevador trasero no es para pusilánimes. El coste medio de la mudanza de una casa de tres dormitorios es de 900 libras, según la web de asesoramiento Removal Reviews, y el embalaje profesional te costará al menos otras 300 libras. No te culparía por buscar opciones más baratas, pero no a costa de que se te caiga la vajilla y te disloques un hombro.
5. GUARDA TU BOLSO
Por fin estás de tránsito. Entre el cajero, el supermercado para las bolsas de basura de emergencia, el cajero de nuevo y la cafetería para la cafeína de emergencia, es fácil distraerse. En algún momento te aseguro que olvidarás dónde has dejado el bolso o, peor aún, serás víctima de un ladrón oportunista cuando lo dejes en el salpicadero. Yo me desharía siempre del bolso y guardaría el dinero, las llaves del teléfono y las tarjetas de crédito en un bolso cruzado o en un cinturón para el dinero.
6. DEJA FUERA A NIÑOS Y MASCOTAS
Es posible que en su mente tenga una visión de sus hijos corriendo excitados a través de la puerta de su nuevo hogar familiar, eligiendo con entusiasmo sus habitaciones. La realidad es que en aproximadamente una hora se aburrirán y posiblemente cometerán un asesinato. Y en cuanto al perro, se habrá escapado. Yo alojaría a los niños en casa de amigos o familiares y enviaría a las mascotas a la perrera, al menos hasta que te hayas despedido de la furgoneta y hayas puesto el agua a hervir.