Mientras que para muchas personas la idea de ir al dentista no es un placer, para algunas es una experiencia extremadamente estresante. Sólo en Estados Unidos, el 10% de la población sufre ansiedad dental aguda, un miedo intenso a visitar al dentista.
Las causas de la ansiedad van desde el miedo a las agujas hasta el temor al simulacro, pasando por la incomodidad de no tener la situación bajo control. A muchos pacientes, la visita al dentista les trae recuerdos de tratamientos dolorosos.
Si no puede cambiar las experiencias pasadas de sus pacientes, hay varias formas prácticas de ayudarles a sentirse menos ansiosos y más relajados, ¡incluso una que quizá nunca se haya planteado! Sigue estos consejos de Clínica dental Urbina:
Crear un entorno relajante
Empiece por la sala de espera. Elige pintura y muebles de colores suaves, sillas y sillones cómodos. Proporcione algún elemento de distracción visual, como un acuario o una pantalla que muestre escenas relajantes de la naturaleza.
En los quirófanos, aconseje a su personal que se mueva y hable con calma, de forma profesional. Ofrezca a los pacientes auriculares para escuchar música relajante. La música no sólo servirá para suavizar el ruido de las piezas de mano, sino que está demostrado que reduce la sensación de dolor.
Considera cómo te comportas en la silla
Los pacientes ansiosos están asustados y nerviosos, así que no les dejes esperando. Mantén la calma e intenta llegar a tiempo. Si tienes prisa o estás estresado cuando entras en el quirófano, percibirán tu energía negativa.
Antes de un tratamiento, explíqueles en qué consiste, cuánto durará y qué tipo de molestias pueden sentir. Durante el tratamiento, distraiga al paciente con una conversación amistosa para que le escuche en lugar de pensar en lo que está haciendo.
Ojos que no ven, corazón que no siente
Imagina que eres un paciente ansioso. Te sientas nervioso en la silla y te enfrentas a una intimidante serie de ejercicios a la altura de los ojos. Incluso el material clínico de las encimeras puede causarle ansiedad.
Mantener el equipo dental fuera de la vista puede hacer maravillas para controlar la ansiedad dental de los pacientes. Esta es una de las innumerables ventajas del carcaj de pared lateral A-dec 300.
Pequeña y compacta, puede «aparcarse» discretamente bajo la superficie de trabajo, manteniendo las piezas de mano fuera del alcance de los ojos de los pacientes antes de iniciar el tratamiento. El brazo pantógrafo permite colocar fácilmente la aljaba al alcance de la mano cuando se está listo para iniciar el tratamiento y, al terminar, basta con moverla antes de que el paciente se levante.